Nuestra

Historia

Se ha asumido por tradición que las fallas surgieron en el seno del gremio de carpinteros, cuando estos hacían acopio de restos de maderas, fustes -parots en valenciano- y serrín en las puertas de sus talleres, en víspera de San José Patrón, con la llegada de la primavera. Pero esta, como otras, es una hipótesis más sobre el origen de la Fiesta de las Fallas.

La historiografía documenta la plantà i cremà de fallas ya como catafalcos artísticos a partir de finales del siglo XVIII, gracias a testimonios conservados como grabados, citas en dietarios de viaje y prensa o los mismos llibrets de falla -1850-, siendo ya el siglo XIX la primera centuria que constata el festejo fallero de forma casi anual tanto en Valencia como en Alzira, Gandia, Sueca y Xàtiva.

Estas fallas decimonónicas eran obradas por artesanos vinculados a oficios plásticos como, si efectivamente, carpinteros, pero también pintores murales, imagineros, jugueteros, etc. e incluso algún zapatero y barbero. Artesanos que respondía a los nombres de Eduardo Alemany, Antonio Cortina, José Olaria Marimón «Coqui» y Rafael Palencia, entre otros, quienes hacían falla como complemento a su actividad profesional.

Pasado el siglo XIX y entrada la nueva centuria, en la década de 1920, hay un cambio en el paradigma: las Fallas están más que consolidadas en el calendario festivo; se oficializan actos; expansión del festejo fallero a otras localidades -Borrina, Cullera, Cheste, Dénia, Elda, Manises, Sagunt, etc.-; y el número de comisiones falleras va en aumento.
 
Así pues, para los artesanos, la falla ya no era una actividad menor pues cada vez les copa más tiempo de dedicación, búsqueda de espacios, recerca de calidad plástica, colaboración de oficiales, formación de aprendices, etc.
 

En este contexto pues, se institucionaliza el concepto de «artista fallero» en tanto que toman conciencia profesional de que ese será a partir entonces su verdadero trabajo y vocación. La primera gran generación de artistas falleros la formaron Carlos Cortina, Luís Dubón, Modesto González, Abelardo Guillot, Regino Mas, José Soriano Izquierdo, Tadeo Villalba, etc.

En pleno empuje de la Fiesta de las Fallas, los artistas falleros, los citados anteriormente junto a otros, fundan la Associació d’Artistes Fallers, en noviembre de 1932, vinculada al Círculo de Bellas Artes, reunidos en el viejo Café Valenciano, sito en la Plaza del Mercado, 21. La Associació dura hasta 1936 -Guerra Civil- y fue presidida por Francisco Canet y Regino Mas.
 
En los años 1940, las asociaciones y reuniones están prohibidas y los artistas falleros deben vincularse a la Sociedad Canto Coral Valencia de cara a recuperar sus relaciones.
 

Si bien, abogando a la necesidad de constituirse en una entidad propia, se obtienen los permisos pertinentes para poder reunirse y, de acuerdo a la normativa vigente entonces, ir concretando el hoy Gremio Artesano de Artistas Falleros de Valencia, entre 1942 y 1943, el cual en cuestión de dos años, cobró carta de naturaleza -octubre 1945-, siendo redactada la primera lista de agremiados el dos de enero de 1946.

A partir de esta fecha emprende todo el proceso de montaje de un sistema de regularización y gestión administrativa de defensa de los intereses de los artistas falleros, que pasa por premisas de corporativismo y proteccionismo del oficio, como la pronta introducción de un delegado de arte fallero e incidencias en Junta Central Fallera o la negociación de la clasificación de las fallas por secciones, sus criterios de valoración y la formación de 
los jurados.
 

Por su parte, el organigrama gremial se ha venido desglosando en Secretaría General, Vice-maestros Mayores, Tesorería, Dirección del Museo del Artista Fallero, delegaciones y vocalías varias, siendo presidido por el Maestro Mayor, cargo electo ejercido por:

  • Regino Mas Marí

    1942-1954 y 1956-1966
  • Vicente Rodilla Zanón

    1954-1956
  • Vicente Tortosa Biosca

    1966-1971
  • Julián Puche Ferrandis

    1971-1974
  • León Lleó Ungidos

    1975
  • Salvador Guaita Piles

    1976-1983
  • Salvador Gimeno Navarro

    1984-1997
  • Pablo Jesús Ovejero Galindo

    1997-2001
  • José Latorre Lleó

    2001-2013
  • José Ramón Espuig Escrivá

    2013-2020
  • Francisco Pellicer Brell

    desde 2021
Pero el colectivo artístico no solo avala su fortaleza bajo el marco de una institución gremial con amplia masa social. Pasa también por tener un patrimonio, y este se tradujo en el ambicioso proyecto de construir un complejo artesanal que incluyese una sede, escuela, museo y talleres: la Ciudad del Artista Fallero, un espacio temático artesano -el primero de España de tales características- dedicado a la construcción de fallas, carrozas y escenografías al estilo de los estudios grandes cinematográficos.
 
Este polígono, de igual forma, cohesionaba y dignificaba a los artistas falleros como empresarios de artes plásticas, al abandonar las viejas naves, alquerías y edificios en desuso donde venían trabajando desde los albores del siglo XIX.
 

Tras debatirse diferentes espacios alrededor de Valencia, Benicalap. en el norte de la ciudad, fue el lugar seleccionando y donde las excavadoras empezaron a construir los novedosos talleres la simbólica fecha del 17 de marzo de 1965, logrando un ritmo de obra excelente que se confirmó en la primera entrega de naves en 1966.

A lo largo de las sucesivas décadas -1970, 1980, 1990- la Ciudad del Artista Fallero ha ido ampliando sus espacios y se dio por concluida oficialmente con la inauguración de la Casa Gremial y Museo del Artista Fallero el 26 de febrero de 1993.
 
No se puede descuidar tampoco hacer cita del lado más social y fraternal del Gremio con su membresía, destacando tres citas en el calendario como es una, la Festa de l’1 de Maig, San José Obrero, donde se entregan los Ninots d’Or a los y las agremiados y agremiadas y personalidades de la sociedad valenciana con fuertes vínculos con la institución gremial, así como las Insignias de Plata a los y las jubilados y jubiladas.
 

El otro evento ineludible del calendario es la Nit de la Punxà, en julio, la noche víspera de la Batalla de Flores, donde una cena de familia y amistades sirve para reponer fuerzas de cara a la labor de colocar la flor fresca que decora las carrozas.

La tercera cita es la Festa de Pi, en Navidad, celebrada en los años 1970 y recuperada en 2013 en la cual el alumnado del Ciclo formativo de Grado Superior de Artista Fallero y Construcción de Escenografías, construye un catafalco efímero para su cremà.
 
A su vez, el Gremio, representado por su Maestro Mayor o directivos, no falta a actos de relevancia de la sociedad y cultura valencia como el 9 d’Octubre; las fiestas de los gremios de artistas falleros y constructores de hogueras de Borriana y Alacant; presentaciones; ferias; tertulias; 
y demás.